martes, 11 de diciembre de 2012
“Celso Emilio Ferreiro, no seu centenario”
lunes, 10 de diciembre de 2012
Llegan las cartas del nómada dorado
Llegan las cartas del nómada dorado
A punto de cumplirse 23 años de su muerte, ¿qué nos queda de Bruce Chatwin? Los viñedos de Afganistán, el anhelo de Persépolis bajo la lluvia, las pisadas de las gacelas en la arena africana, los alminares de Jam, los arriates de rosas en los jardines de Istalif, el canto perdido de un viejo aborigen en los desiertos de Australia, toda Patagonia, un vehemente deseo de belleza y libertad... No hemos sido tan afortunados como Werner Herzog, que heredó su baqueteada mochila. Pero es igual, mientras tengamos sus libros, unas botas y un destino (¡y una Moleskine!), Chatwin seguirá con nosotros.
"Era una fuerza de la naturaleza", me dice otro gran viajero, Colin Thubron, que lo conoció bien. "Muy obsesivo, tremendamente hablador cuando tenía una idea en la cabeza (que era casi siempre). Violentamente imaginativo más que juiciosamente erudito, y ciertamente no académico. Te sentías arrastrado por la pura fiebre de su entusiasmo".
No sé, es pensar en el rubio Bruce y sentirse invadido de un deseo de partir y de una rara melancolía que se extiende como un hermoso vellón dorado sobre el extenso suelo del mundo. El James Dean de los viajes, el Alejandro de los trotamundos, el culto, narcisista y bisexual efebo errante, Bruce Chatwin (1940-1989) alzó la antorcha de su vida —que acabó abrasándolo— para señalarnos la dirección de una existencia nómada en caminos, intereses y afectos. ¿Adónde hubiera llegado? Rushdie, su amigo, ha dicho que Chatwin solo estaba empezando y que únicamente hemos podido ver el primer acto de lo que hubiera podido llegar a ser. Cruzó los límites entre la ficción y la no ficción, viajó como una efervescente rencarnación de Rimbaud. Era capaz de hacer un viaje para ver la armadura de un mongol disecado en el desierto de Sind, motivarse con un trozo de perezoso gigante y hasta tuvo de mascota una pitón. ¿Cómo no rendirse a alguien así?
Ahora llegan sus cartas (y que emocionante es pensar que arriban desde esa inexorable frontera que no vuelve a cruzar viajero alguno) para iluminar el trayecto intelectual y vital de un personaje cuya dimensión se agiganta con el paso del tiempo. Le muestran más inseguro que sus (seis) libros, más humano, vulnerable, inquieto e impaciente. Automitificador, snob, poseur, deseoso de impresionar, sí, pero, como dijo nada menos que Robin Lane Fox: "boy, he knew"; vamos, que ¡sabía de todo!-. Lleno de planes volátiles y viajes que nunca se realizan. Y muy preocupado, obsesionado incluso, por las cuestiones económicas.
Bajo el sol (Sexto piso) es una selección de varios centenares de cartas enviadas por Chatwin —incluyendo postales (como la del Zamzama, el cañón de Kim, en Lahore; o la del cráneo de Cromañón, en Les Eyzies) y algún telegrama—, que ha realizado su viuda Elizabeth Chatwin en colaboración con el notable biógrafo del escritor, Nicholas Shakespeare. La colección, minuciosamente anotada y comentada, abarca cuarenta años. Arranca con una carta de Bruce a sus padres en mayo de 1948, desde el colegio, y acaba con otra dirigida al propio Shakespeare el 29 de diciembre de 1988 (Bruce murió el 18 de enero siguiente, cuatro meses antes de cumplir los 49 años), escrita por mano de Elizabeth. De hecho las últimas cartas de Bruce Chatwin, estragado por el Sida, las dictó todas a su mujer ("tengo las manos entumecidas y soy incapaz de usar las piernas"). Entre la primera y la última, como una caravana de papel que atravesara el mundo hasta sus confines, se extiende el increíble y fascinante itinerario de un alma inquieta devota como pocas de lo exótico y lo hermoso. A destacar que son el único material que Chatwin nunca corrigió.
El reguero de cartas se puede leer, recalca Shakespeare, como una suerte de autobiografía en zig-zag y lo más cercano posible a una conversación con Chatwin. Su trabajo en Sotheby's, los estudios de arqueología, la fascinación con los nómadas, la génesis de los libros, los viajes, su etapa de periodista (entrevistó a Malraux, a Mandelstam, a Indira Gandhi -en una carta recuerda jocoso como un mono con mastitis trataba de levantarle el sari a la primera ministra-), la vida mundana a la que era tan adepto (“escoltando a Jacqueline Onassis a la ópera el jueves”), la ruptura con Elizabeth (pese a que su mujer le dejaba vivir libre sus aventuras, las de mochila y las otras), y la vuelta con ella, el rosario de dolencias provocadas por el Sida…
En una carta desde Niamey, Níger, dice que ¡se ha dejado bigote! ("por primera vez me deshago del espantoso aspecto de niño bonito y puedo otear la posibilidad de hacerme mayor si no con dignidad al menos con cierto estilo"), y afirma sentirse, entre tuareg, bouzous, peulhs (de los que anota el rumor de que cambian de sexo en ciertas estaciones del año), hausas y camellos, "very Beau Geste". En otra explica cómo se pasea "COMPLETAMENTE DESNUDO" (sic) , excepto las botas, por las montañas de Oregón, para sorpresa de un guardabosques. En un fuerte rajputa antigua propiedad de un coronel de los Lanceros de Jodhpur, fuma ganja y mientras nosotros diríamos tonterías él rompe a recitar en sánscrito las primeras estrofas del Bhagavad Gita, ¡qué tío!
Entre los destinatarios de sus cartas, Elizabeth, sobre todo; su familia ("Querida mami, ¡Afganistán, al fin!", Herat, 1963) y amigos, sus editores y una buena lista de personajes célebres, entre ellos Susan Sontag—-a la que recuerda el fantástico rato que pasaron juntos ¡comiendo entrañas en Chinatown! y hace reflexiones amargas sobre la Guerra de las Malvinas-, James Ivory, del que fue amante, según su biógrafo, y al que llama Jungle Jim("Mauritania, nada excepto hombres azules caminado a través de paisajes naranjas y púrpuras"), Gerald Brenan, al que explica cómo fue a Ouidah en la costa de Dahomey y encontró la pista de De Souza, tratante se esclavos y virrey del reino africano…
También están entre los correspondientes Paddy Leigh Fermor, de cuya casa en el Peloponeso Chatwin era un asiduo y en las cercanías de la cual se esparcieron sus cenizas ("te buscaré el diccionario comparativo de lenguas indoeuropeas en Blackwell's y te lo traeré de regalo"), Desmond Morris (con el que habla de un niño lobo indio), Roberto Calasso, Paul Theroux, o Colin Thubron ("el mito de Prometeo es crucial para explicar la condición de los primeros hombres, ya que es con el fuego con lo que podía protegerse de noche de los depredadores"). "Ocasionalmente recibía una carta suya out of the blue", me dice Thubron. "Simplemente quería celebrar algo que le había fascinado, como si no pudiera dejar de escribir sobre ello, y no precisaba de ninguna respuesta". Una de las cartas es a Eileen Gray, la nonagenaria arquitecta y diseñadora en cuyo apartamento Chatwin vio el mapa de Patagonia. "Vaya por mí", le dijo ella.
Hay en las cartas -en las que aparecen citados infinitud de personajes, Jan Morris, Michel Tournier (a propósito de las conexiones entre Los meteoros y su Colina negra), Peter Matthiessen- frases y descripciones maravillosas. "Los aborígenes australianos aunque infinitamente fascinantes son también infinitamente tristes", "las ovejas eran del mismo color dorado que la hierba agostada, un arco iris se elevaba de un lado a otro y bajo él una bandada de grajos alzó el vuelo centellando como diamantes negros".
Encontramos en origen algunas de sus citas más célebres: "Dentro de todo viajero un anacoreta está deseando quedarse". "El cambio es la única cosa por la que merece la pena vivir. Nunca aparques tu vida en un escritorio. Lo que sigue son las úlceras y los problemas cardíacos". "Tengo la compulsión de vagabundear y la de volver, como un ave migratoria". Una carta está dedicada al problema de conseguir las libretitas Moleskine, que él convirtió en icono del viaje.
Otras muestran a un Chatwin en horas bajas, indeciso, insatisfecho. Hay chismes y pequeñas bajezas. Un afán de socializar y aparentar. Resulta también terriblemente patético, o acaso entrañable, el empeño en sus penúltimas cartas por negar la evidencia del Sida y disfrazarlo de enfermedad glamourosa: "Malaria no diagnosticada cogida en el famoso viaje a Ghana", "el hongo que me ha atacado la médula ósea se ha identificado solo en diez campesinos chinos (presumiblemente es en China donde lo he cogido), unos pocos tais y una orca arrojada en las costas de Arabia". "Metabolizó su dolencia en algo rico y extraño", anotan su mujer y su biógrafo.
Aunque aparecen sus amantes, Teddy Millington-Drake, Andrew Batey, Jasper Conran o Donald Richards, no se encuentran en las cartas muchas referencias a las relaciones homosexuales de Chatwin. En realidad casi todas las que hay las ha de acotar Shakespeare porque si no resultan ininteligibles. Su espléndida y sugerente biografía (Bruce Chatwin, Muchnik Editotres, 2000) es infinitamente más explícita y reveladora en ese sentido y los dos libros se complementan como un todo.
Es difícil quedarse con una carta. Pero encuentro especialmente conmovedora la que envió a su padre para disculparse por haber explicado en En la Patagonia una historia desafortunada de su bisabuelo. "I am sorry".Como frase es notable la de una carta desde el Hotel Cabo de Hornos, en Punta Arenas: “ Mi mochila está tomando la más bella pátina”.
habito una ciudad o un campo de batalla
me cago en el eixample: La inseguridad del territorio
Si sobrevolamos jardines antiguos, los de Chantilly por ejemplo, nos damos cuenta de que tienen, en su conjunto, la misma importancia geográfica que una pradera en un bosque inmenso. Las alamedas, las circunvalaciones, los sistemas de riego, todavía sugieren algún trazado abierto por una tribu, un espacio restringido que ha sido ordenado y significado por una geometría social. Pareciera que alrededor en cierta medida, el hombre aún le ha dejado a la “naturaleza” la latitud de significar y legislar en su lugar. Esta última latitud tiende a desparecer totalmente a partir de mediados del siglo XVII. En esa época, hombres –que no son militares, ni arquitectos, ni ingenieros- pretenden enseñar el arte de “trazar campos y fortalezas”. Enseñan precisamente lo que por entonces se llama la castrametración –el arte de engañar por medio de trazos geométricos. No se trata aquí de un arte específicamente militar sino, tal como lo hace notar el coronel Lazard, de una suerte de reino de la geometría descriptiva, proyectada sobre la naturaleza, sobre los sitios.
Al mismo tiempo, son distribuidos y fabricados los primeros instrumentos de medida suficientemente precisos como para establecer la situación de los lugares, el cálculo de los tiempos y de las distancias, de las altitudes, etc. Este tipo de ejercicio conoce una extraordinaria boga mundana y, poco a poco, renace en la sociedad policíaca la idea antigua: la geometría es la base necesaria para una expansión calculada del poder del Estado en el espacio y el tiempo… Inversamente, el Estado posee entonces dentro de sí una figura suficiente, ideal en la medida en que sea idealmente geométrica.
Felicidad suficiente también, ya que, según sus numerosos adeptos, en la geometría “lo verdadero y lo bello están íntimamente ligados” y, para el hombre honesto, la geometría se ha vuelto un arte, con sus satisfacciones estéticas, “la seducción de sus maravillosos encadenamientos de razonamientos”. Pero Fénelon, al oponerse a la política de Estado de Luis XIV exclama: “¡Guárdense de la hechicerías y los atractivos diabólicos de la geometría!”
Paul Virilio, La inseguridad del territorio, págs 121-126
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Llegan las cartas del nómada dorado | Cultura | EL PAÍS
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sábado, 8 de diciembre de 2012
Dave Brubeck - Take Five - 1966 IN MEMORIAM
viernes, 7 de diciembre de 2012
Basterrechea: “O debuxo permíteme ter un vocabulario áxil e facer cousas actuais”
Basterrechea: “O debuxo permíteme ter un vocabulario áxil e facer cousas actuais”
m.j. rico
Con estes debuxos, que empapelan, a xeito de instalación, toda a sala, fai unha pausa nun proceso que comezou precisamente aquí en decembro de 2005. Foi entón cando xirou desde o minimalismo das súas pezas escultóricas, longamente pensadas e preparadas, ó debuxo, que lle permite dar resposta instantánea ás urxencias que impón a realidade na política, na sociedade, na cultura e incluso na propia vida persoal do autor. “O debuxo permíteme ter un vocabulario moi áxil e facer cousas actuais. É unha expresión plástica que se amolda moi ben ós tempos. Eu necesitaba unha forma de traballar moito máis inmediata. O que fago é reprimirme o menos posible, respondo ós estímulos de forma directa. Para min a plástica é un instrumento da sociedade e nun tempo convulso como este ten que ser un instrumento posto ó servizo do combate no que eu me movo”.
Non hai que pensar, porén, en que o espectador vai atopar unha obra dogmática. Ó contrario, os debuxos de Basterrechea caracterízanse en primeiro lugar por cuestionarse a si mesmo, por reflexionar sobre o seu traballo e tamén sobre o que lle toca vivir. E faino co distanciamento que proporciona a ironía e coa ambigüidade de significados dos debuxos. Hai nesta mostra referencias á guerra, á violencia do Estado, ás reivindicacións cidadás; reflexións sobre a arte contemporánea con homenaxes a Kippenberger, Wert, Beuys ou Juan Muñoz; figuras humanas e tamén humor. E hai moita letra –“cada vez máis”, di Basterrechea–, como unha forma, non de explicar o contido, senón para abrir os significados. “Ten que ver coa necesidade de ser un pouco irónico porque hai imaxes que son brutais”.
Esta linguaxe directa, na que teñen moita influencia os seus alumnos, sérvelle ademais para achegarse a un público máis amplo, a “conectar con moitos tipos de espectadores”. Cos seus debuxos a xente “pode divertirse, ten moitas lecturas e están cargados de textos e de matices”.
A exposición de Sargadelos chega xusto despois de inaugurar outra (o 29 de novembro) na galería Paula Alonso de Madrid. Agora imponse unha pausa, non para abandonar esta corrente, pero si “para reflexionar sobre outras posibilidades”.
lunes, 3 de diciembre de 2012
BOCA - palavras que alimentam: Sobre o festival da Ler e os seus cinco acontecimentos audiolivrescos
Sobre o festival da Ler e os seus cinco acontecimentos audiolivrescos
Published Segunda-feira, Dezembro 03, 2012 by OA | E-mail this postCONTOS SEM LEI | quarta-feira, dia 5, às 22h, na Sala 2 [Sala Montepio]
Uma sessão de contos para adultos com Rodolfo Castro
LEITURAS EM VOZ ALTA | quinta-feira, dia 6, às 17h45, no Bar/Foyer
Nuno Moura lê Memórias de um Craque, crónicas futebolísticas de Fernando Assis Pacheco
DEBATE E APRESENTAÇÃO | sexta-feira, dia 7, às 18h30, na Sala 2 [Sala Montepio]
B. Fachada, José Mário Silva, Marta Lança, Rui Zink e Sara Figueiredo Costa apresentam a nova edição da Boca: de nada, de Alberto Pimenta [com seis encantadores prémios a sortear pelo público]
CONTOS À CONCERTINA | sábado, dia 8, às 18h45, na Sala 2 [Sala Montepio]
Apresentação de Contatinas, de Luís Correia Carmelo com Nuno Morão
CONTOS PARA CRIANÇAS DE TODAS AS IDADES | domingo, dia 9, às 11h, na Sala 2 [Sala Montepio]
Do Era, não era? ao 35 contos dos irmãos Grimm, com Carlos Marques, Luís Correia Carmelo, Maria Morais e Roldofo Castro.
"Nada", Alberto Pimenta.
A Boca orgulha-se de apresentar o primeiro audiolivro do grande poeta e performer Alberto Pimenta.
Aos 75 anos, o escritor regressa aos poemas curtos para um diálogo urgente
sobre as notícias do dia e de sempre, sempre as mesmas.
Como o grafito que ilustra a capa, este livro inscreve-se na linha de resistência a que as autoridades chamam vandalismo.
Interpretação: O Autor
Edição e sonoplastia: Oriana Alves e Nuno Morão, com o Autor
Gravação, mistura e masterização: Nuno Morão
Capa e paginação: Pedro Serpa, com o Autor, Oriana Alves e Nuno Morão
Letras da capa e versão do logotipo da editora: Luís Manuel Gaspar
Imagem da capa: fotografia de César Figueiredo
Imagem da contracapa: eclipse do Sol (observatório de Montevideu)
Áudio: disco 1 -- 19 faixas (46 min.); disco dois -- dezassete faixas (50 min.)
"Nada", Alberto Pimenta. Boca se enorgullece en presentar el audiolibro en primer lugar el gran poeta y artista Alberto Pimenta. A los 75, el escritor vuelve a poemas cortos para un diálogo urgente sobre las noticias del día y siempre, siempre . lo mismo ¿Cómo grafito que ilustra la portada, este libro cae en la línea de resistencia a las autoridades llaman vandalismo.Interpretación: El Autor edición y diseño de sonido: Oriana y Nuno Alves Morao, con el autor de grabación, mezcla y masterización: Nuno Morãoportada y formato: Pedro Serpa, con el autor, Oriana y Nuno Alves Moraoletras cubrir versión del logotipo y la etiqueta: Luis Manuel Gaspar Imagen de la portada: Fotografía de César Figueiredo imagen de la portada: eclipse de Sol (observatorio Montevideo ) Audio:.. 1.19 disco pistas (46 min) Disco dos-diecisiete pistas (50 min) . Grabado en los estudios de Senhora da Glória, entre julio y octubre de 2012 © Boca - palabras que nutren Ltd . [www.boca.pt]
Revista Ping Pong: Presencias reales: la poesía española actual
Presencias Reales: la poesía española actual
Debido a la diversidad de tendencias de la poesía española actual se hace inevitable una muestra capaz de mostrar la heterogeneidad en la que reside la creación poética española, heterogeneidad que es una de las grandes riquezas de la actualidad literaria española. Por esta razón a la hora de proponer una selección de contenidos para la poesía que se está desarrollando durante el primer tercio del siglo XXI en las distintas lenguas peninsulares he querido atender a poéticas presentes en las distintas colecciones de poesía del país y no solo en las editoriales con más presencia en el mercado editorial debido a su capacidad de distribución sino también a aquellas que, de una manera más humilde pero no por ello menos efectiva, participan en la construcción del tejido poético en la actualidad.
Los poetas seleccionados son los siguientes: Chus Arellano, Estíbaliz Espinosa, Izaskun Gracia, Ernesto García López, Luci Romero, Laia López Manrique , José Luís Gómez Toré, Isabel Bono , Ernesto Estrella Cózar, Ruth Miguel Franco, Pablo López Carballo, Luna Miguel, Antonio Lucas, Kepa Murua, Oscar Curieses ,Yaiza Martínez, Elena Medel, Martín López - Vega , David Leo , José Fernández de la Sota , Francisco javier Irazoki , Hasir Larretxea , Rebeka Yanke , Branca Novoneyra, Angel Cerviño , Juan Andrés García Román , Eli Tolaretxipi, Mercedes Cebrián , Patricia Esteban, Pablo García Casado , Mariano Peyrou y Javier Vicedo
Luna Miguel (Presencias Reales: la poesía española actual)
Revista Ping Pong ¿Consideras que hay algún blog interesante y con repercusión y/o trascendencia en el tejido poético español?
Revista Ping Pong ¿Qué relación mantienes con la poesía latinoamericana?
Revista Ping Pong - ¿Y con la poesía europea?
Revista Ping Pong -¿Cuál es tu sensación al encontrarte entre esas dos tradiciones?
Revista Ping Pong - ¿Qué relación crees que mantienes con las demás poéticas del estado español?
Revista Ping Pong - ¿Cuáles opinas que son los referentes literarios a los que miras en tu poética?
Revista Ping Pong - ¿Qué papel piensas que juegan los creadores latinoamericanos residentes en España en la constitución del actual tejido poético?
Revista Ping Pong - ¿Qué consejo le darías al lector dominicano para acceder a buena poesía española?
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