Voronezh
Toda la ciudad está helada.
Vidriosos árboles, muros, nieve.
Cruzo con temor entre cristales.
La carrera incierta de los trineos floreados.
y sobre el Voronezh de Pedro, están los cuervos,
los álamos y una bóveda verdosa,
erosionada, turbia, de polvo solar
y en la batalla de Kulikovski soplan las laderas
de la tierra poderosa, vencedora
y los álamos, como cálices móviles
resuenan con más fuerza sobre nosotros
como si mil invitados bebieran
a nuestra salud en el banquete de bodas.
Pero en el cuarto del poeta caído en desgracia
Miedo y Musa se turnan en la guardia.
Y viene una noche
que no conoce el alba.
1936Anna Ajmátova
Toda la ciudad está helada.
Vidriosos árboles, muros, nieve.
Cruzo con temor entre cristales.
La carrera incierta de los trineos floreados.
y sobre el Voronezh de Pedro, están los cuervos,
los álamos y una bóveda verdosa,
erosionada, turbia, de polvo solar
y en la batalla de Kulikovski soplan las laderas
de la tierra poderosa, vencedora
y los álamos, como cálices móviles
resuenan con más fuerza sobre nosotros
como si mil invitados bebieran
a nuestra salud en el banquete de bodas.
Pero en el cuarto del poeta caído en desgracia
Miedo y Musa se turnan en la guardia.
Y viene una noche
que no conoce el alba.
1936Anna Ajmátova
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