Una enorme polvareda espanta las horas
y las calles se amontonan al final de las calles
un cielo prestado desparrama luz usada
sobre la desgana de las ventanas.
Ruinas recien hechas se caen a cachos
alguien barre lo que cae del cielo:
virgenes abandonadas y dioses embargados
hay una nostalgia inutil en cada farola
las promesas ruedan como balas
Sigo a un perro que de soslayo persigue
fatiga entre las piernas de indignados niños.
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