(1949)
Yo sé que los intelectuales en su juventud sienten realmente inclinación física hacia el pueblo y creen que eso es amor. Pero no es amor: es mecánica inclinación hacia la masa.
M. Gorki
I
Puede nacer de una sombra
con rostro de muchacha
y pudor de violetaun cuerpo que me estorba
o, de un regazo azul
¿una consciencia – sola
dentro del mundo habitado?
Fuera del tiempo ha nacido
el hijo, y dentro muere.
II
Sangre mediterránea,
alta lengua romance
y cristiana raíz
en el perfecto extraño
nacido en la estancia
de una ciudad feliz.
Tú eras irreligiosa,
bárbara, o ingenua esposa
e infante genitora.
III
Como he caído
en un mundo de prosa
si eras un gorrioncito,
una alondra y, mudo
para la historia -una rosa-
o madre jovencita
¿era tu corazón? en este
orden manifiesto
por ti ¿el mundo me acepta?
IV
Me has transmitido en el corazón
ya adulto de un tiempo
del cual, adolescente,
busqué ardiendo de amor
las fuentes. Ah educación
conforme al prepotente
sentido de mi siglo,
sentido único, ¡eco
del Corazón preexistente!
V
Y cada día me hundo
en el mundo razonado,
despiadada institución
de los adultos – en el mundo
hace siglos varado
al sonido de un Nombre:
con él me aprisiono
en el estupendo don
que ya sólo es razón.
VI
Pero el peso de una edad
que fuerza la consciencia
y modela el deber,
cuando en mí ¿habrá
ganado la resistencia
de mi corazón ligero?
si, contigo, no tengo alma
de amor, sino ¿una llama
de leve caridad?
VII
No pensabas que el mundo
del que soy un hijo
ciego y enamorado
no fuera una jocunda
posesión de tu hijo,
dulce de sueños, armado
de bondad – pero una antigua
tierra ajena que a la vida
¿le dá la ansiedad del exilio?
VIII
La lengua (de la que resuena
en ti apenas una nota,
en el alba del dialecto)
y el tiempo (al que te dona
tu ingenua e inmota
piedad) son las paredes
entre las que he entrado,
sedicioso y poseído,
con tus ojos mansos.
IX
¡No sujeto sino objeto
madre! un inquieto fenómeno,
no un dios encarnado
con los sueños en el pecho
¡de ansioso hijo! anónima
presencia, ¡no desolado
yo! Me has expresado
en el misterio del sexo
a una lógica Creación.
X
Pero hay en la existencia
algo más que amor
por el propio destino.
Es un cálculo sin
milagro que aflige
o sospecha que agrieta.
¡Nuestra historia! mordida
de puro amor, fuerza
racional y divina..
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