JAVIER SEMPRÚN (del DIARIOVASCO)
«'El Cuervo' me obsesionaba desde hace muchos años»
Javier Semprún, de Teatro Corsario, interpreta el conocido texto de Alan Poe
Un hombre solitario vive momentos de extrema tristeza tras la muerte de su esposa. Mientras la recuerda con tanto dolor como amor, un cuervo entra por la ventana de su habitación. Su presencia da aún más oscuridad a este relato poético que tantos admiradores tiene.
- ¿Cómo ha sido el traslado del conocido poema de Poe a la obra teatral?
- El original es un poema para ser recitado. Con el texto en inglés no se podría hacer una obra de teatro, aunque ya tiene un punto dramático con el diálogo entre el cuervo y el personaje melancólico que vive en la habitación. Yo he escogido la versión de Francisco Pino, que tituló Traducción infiel de El Cuervo. En ella está mucho más desarrollado ese diálogo y obliga a que el narrador del poema interprete la situación.
- ¿Cómo alcanza esos cuarenta minutos que dura el montaje?
- Porque la traducción estira mucho el poema. La versión que, por ejemplo, hizo William Defoe en el disco de Lou Reed dura unos ocho minutos. La multitud de vídeos que puedes encontrar en internet, interpretados tanto por grandes actores como por gente anónima, no pasan de quince minutos. Lo que hizo Pino fue desenvolver muy bien el poema. Le saca toda la sustancia, lo exprime.
- Desde su estreno en Valladolid en mayo la función ha cambiado.
- Sí porque antes había un sesenta por ciento del texto que se escuchaba por medio de una voz grabada. Todo lo que era en presente o en futuro. Ahora me he decidido a hacerlo entero yo, creo que así resulta bastante mejor. Como actor me quedaba un poco colgado en el escenario, me di cuenta al verme en vídeo.
- ¿Qué le parece que le incluyan en un festival de cine de terror? ¿Responde la obra a ese género?
- Creo que sí, al menos con esa intención lo he hecho. Me interesaba representarla fuera de los circuitos habituales que como compañía tiene Teatro Corsario, que son el teatro clásico y los títeres.
- ¿Cómo consigue que el espectador no se sienta defraudado con una representación de poco más de media hora?
- Porque es muy intensa. Ya el texto y la traducción son espléndidos. Hay también una escenografía importante, incluyendo una proyección en la que ocurren muchas cosas. El conjunto es bastante más espectacular de lo que podría ser una recitación a pelo.
- El poema de Poe da lugar a bastantes lecturas sobre lo que ocurre en esa habitación, el significado del cuervo. ¿Cuál es la suya?
- El personaje es un tipo triste, que está pasando unos días horribles tras la muerte de su amada. Además, aparece un cuervo que todavía le pone peor las cosas. Es un poema sobre la melancolía y el amor. Un poema muy triste y pesimista. No es para salir dando saltos de alegría, pero posee la belleza de la situación y del propio poema.
- ¿Triste, pero no aburrido?
- No es aburrido porque es muy intenso. Son dieciocho estrofas y cada una es diferente en la música y la escenografía. Eso le da mucha variedad a los cuarenta minutos.
- Llevaba tiempo queriendo montar esta obra.
- Sí porque hacerla es una obsesión que tenía desde hace muchos años. La leí muy joven y cuando más tarde encontré esta traducción a finales de los noventa ya tuve claro que tenía que representarla. Han sido muchos años con la idea dando vueltas, por eso también me he decidido a dirigirla además de interpretarla.
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