Dejo hablar a Santiago Alba:
Prólogo al último libro de Koldo Campos Sagaseta Prólogo al último libro de Koldo Campos Sagaseta
Otra ilusión es la de que las palabras tienen forma y contenido. Otra ilusión es la de que las palabras Tienen forma y contenido. Es verdad que las palabras suenan , pero eso sólo demuestra precisamente que son cuerpos: también el viento y las nueces y los platos rotos suenan . Es verdad que las palabras suenan, pero eso sólo demuestra precisamente que son cuerpos: també el viento y las nueces y los platos rotos suenan. Si pudiésemos separar en ellas la forma del contenido, como las espinas de un pescado, entonces podríamos aún abrigar alguna esperanza de escapar del sentido, de dejarlo atrás, de alcanzar un punto de alivio o descanso de todos los sentidos. Si pudiésemos separar en ellas la forma del contenido, como las espinas de un pescado, Entonces podriamos Aún abrigar alguna esperanza de escapar del sentido, de dejarlo atrás, de alcanzar un punto de alivio o descanso de todos los sentidos. Y sin embargo no hay ninguna forma hasta tal punto tan formal que no tenga un sentido (o varios), aunque resbalen fuera del diccionario o se rebelen, incluso morfológicamente, contra todas las matrices posibles de sentido. Y sin embargo no hay ninguna forma hasta tal punto tan formal que no tenga un sentido (o varios), aunque Resbala fuera del diccionario o se rebelan, inclusive morfológicamente, contra todas las matrices posibles de sentido. “Mariposa” tiene sentido, pero también lo tiene “parisoma”, porque le rompe las alas a todas las mariposas; y hasta “coñustar”, un verbo que me acabo de inventar y que -más allá de su inasible significado- tiene el sentido de declarar la propia repulsa por la comunicación. "Mariposa" tiene sentido, pero també lo tiene "parisoma", porque le rompe las alas a todas las mariposas; y hasta "coñustar", un verbo que me acabo de inventar y que-más allá de su inasible significación-tiene el sentido de declarar la propia repulsa por la comunicación. El contenido de un ladrillo -su función, su eficacia- es el ladrillo mismo. El contenido de un ladrillo-su función, su eficacia-es el ladrillo mismo. Los ladrillos y los sentidos hacen ruido. Los ladrillos y los sentidos HACEN ruido.
Un poema, por tanto, no es un sentimiento vago sino un artefacto físico cuya fisicidad misma, constrictora y constructiva a un tiempo, es ya portadora de sentido. Un poema, por tanto, no es un sentimiento vago sino un Artefacto físico cuya fisicidad misma, constrictor y constructiva a un tiempo, es ya portadora de sentido. Antes de Rimbaud, era la rima la que ataba el sentido a los sentidos, la que enmarcaba el carácter artefacto del objeto poético. Antes de Rimbaud, era la rima la que Ataba el sentido a los sentidos, la que enmarcaba el carácter artefactos del Objeto poético. Después de Rimbaud -digamos provocativamente- la fisicidad del poema se traslada a los espacios blancos que limitan los versos libres. Después de Rimbaud-digamos provocativamente-la fisicidad del poema se traslada a los espacios blancos que limitans los versos libres. Podríamos convertir el arranque de la Política de Aristóteles en un poema de calidad mediana, casi emocionante, cortando sus frases por la mitad: Podriamos convertir el arranque de la Política de Aristóteles en un poema de calidad mediana, casi emocionante, cortando sus frases por la mitad:
Vemos que toda ciudad Vemos que toda ciudad
es una comunidad es una comunidad
y que toda comunidad y que toda comunidad
está constituida está constituida
en vista de algún bien en vista de algún bien
porque los hombres porque los hombres
siempre actúan mirando siempre actúan mirando
a lo que les parece bueno a lo que las parece bueno
Pero también sabemos, después de Aloysious Bertrand, que la fisicidad de un poema puede apretarse contra los márgenes y no ceñirse ni a asonancias ni a tabuladores horizontales, pero entonces debe ser corto y bien definido, como un cuerpo y no como un melanoma. Pero també sabemos, después de Aloysious Bertrand, que la fisicidad de un poema Puede apretarse contra los márgenes y no ceñirse ni a asonancias ni a tabuladoras horizontales, pero Entonces Debe ser corto y bien definición, como un cuerpo y no como un melanoma. En todo caso, asonantes o consonantes, en verso o en prosa, los poemas deben ser delimitados y físicos como un ladrillo. En todo caso, asonantes o consonantes, en verso o en prosa, los poemas Deben ser delimitados y físicos como un ladrillo. Porque los seres humanos estamos constituidos de tal manera -sobre todo bajo el capitalismo- que necesitamos de un ladrillazo para poder ver las estrellas. Porque los seres humanos estamos constituidos de tal manera-sobre todo bajo el capitalismo-que necesitamos de un ladrillazo para poder ver las estrellas.
A eso se dedica Koldo Campos Sagaseta desde hace mucho tiempo en todos los formatos poéticos posibles. A eso se dedica Koldo Campos Sagaseta desde hace mucho tiempo en todos los formatos poéticos posibles. Un gran poeta italiano explicó que un poeta es como un jugador de ajedrez, alguien que se ejercita en una práctica minoritaria ajustada a reglas muy severas en la que la intuición idiosincrásica abre curvas impensadas en el yacimiento común. Un gran poeta italiano explica que un poeta es como un jugador de ajedrez, alguien que se ejercitar en una práctica minoritaria ajustada a reglas muy severas en la que la intuición idiosincrásico abre curvas impensadas en el yacimiento común. Para marcar la fisicidad de su trabajo, el poeta ha sido comparado con un tejedor, con un joyero, con un artesano (y me gusta la imagen de Virgilio de la mamá osa que “da forma” a lametones a su osezno borroso recién nacido). Para marcar la fisicidad de su trabajo, el poeta ha sido comparación con un tejedor, con un Joyero, con un artesano (y me gusta la imagen de Virgilio de la mamá osa que "da forma" a lametones a su osezno borrosa recién nacido) . Pero a un poeta se le puede comparar también con un tenista que de pronto, de manera inesperada, en virtud de una especie de reflejo supletorio alcanza y devuelve una pelota que todos -espectadores y rivales- daban ya por perdida. Pero a un poeta se le Puede comparar també con un tenista que de pronto, de manera inesperada, en virtud de una especie de Reflejo supletorio alcanza y devuelve una pelota que todos-espectadores y rivales-Daban ya por perdida. ¿Y por qué no a un malabarista? ¿Y por qué no a un malabarista?
Koldo -lo llamaré así a secas en nombre de la amistad que nos une a fuerza de plagiarnos- es un poco tenista y un poco malabarista. Koldo ella llamas Así a secas en número de la amistad que nos une a fuerza de plagiarnos-es un poco tenista y un poco malabarista. En verso y en prosa, en soneto y en bolero, devuelve pelotas imposibles y lanza al aire, con agilidad asombrosa, cuatro, cinco, seis bolas que se cruzan sobre su cabeza, dibujando piruetas, sin caer jamás al suelo. En verso y en prosa, en Soneto y en bolero, devuelve pelotas imposibles y lanza al aire, con agilidad asombrosa, cuatro, cinco, seis bolas que se cruzan sobre su cabeza, Dibujando piruetas, sin caer jamás en el suelo. Pero Koldo no juega al tenis con pelotas ni hace malabarismos con bolas de trapo... Pero Koldo no juega al tenis con pelotas ni hace malabarismos con bolas de trapo ... sino con bombas. sino con bombas. Todos lo hacemos. Todos lo hacemos. Las palabras son ladrillos; las palabras son bombas. Las palabras son ladrillos; las palabras son bombas. Todas las palabras estallan porque todas, incluso las que no lo hacen, dejan víctimas colaterales. Todas las palabras estallan porque todas, inclusive las que no lo hacen, dejan víctimas colaterales. La nada también estalla; la nada también hace ruido y por eso, en un mundo en el que no dejan de pasar cosas, casi siempre malas, casi siempre acusatorias para alguien, casi siempre peligrosas para todos, no hay que desdeñar el tenis ni los juegos malabares, no hay que despreciar la fisicidad de la poesía; pero sí hay que pedirle que nos proporcione ese tipo de placer -indisociable también de la intuición y el reflejo supletorio- que hace estallar todas las tapaderas. La nada també destajo; la nada també hace ruido y por eso, en un mundo en el que no dejan de pasar cosas, casi siempre malas, casi siempre acusatorias para alguien, casi siempre peligrosas para todos, no hay que desdeñar el tenis ni los juegos malabares, no hay que despreciar la fisicidad de la poesía; pero sí hay que pedirle que nos proporcione ese tipo de placer-indisociable també de la intuición y el Reflejo supletorio-que hace estallar todas las tapaderas.
Bajo el capitalismo hace falta que nos den un ladrillazo para ver las estrellas; para ver alguna luz, por pequeña que sea. Bajo el capitalismo hace falta que nos den un ladrillazo para ver las estrellas; para ver alguna luz, por pequeña que sea. Para ver incluso una piedra o una fresa. Para ver inclusive una piedra o una fresa. Por ese camino nos lleva, entre adoquinazos y achuchones, este libro de Koldo Por ese camino nos lleva, entre adoquinazos y achuchones, este libro de Koldo
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons , respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes. Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor Mediante una licencia de Creative Commons , respetando su libertad para publicarlas en otras fuentes.
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